En el punto de mira están el noruego Anders Besseberg, presidente de la Unión Internacional de Biatlón (IBU) entre 1993 y 2018, y la secretaria general del organismo, la alemana Nicole Resch. Y es que la Comisión de Revisión Externa (ERC) auspiciada por la propia IBU ha descubierto "evidencias de corrupción sistemática y conducta poco ética durante al menos una década". Según el informe de la Comisión, ocultó sistemáticamente o restó importancia a los casos de dopaje que salpicaban al biatlón ruso a cambio de dinero, viajes gratis y prostitutas
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