"Me pagó una hora y conseguí lubricar e incluso llegué al orgasmo, pero al ser consciente de lo que acababa de pasar sentí asco de mí misma, de él y de la situación. Me entraron ganas de llorar. A él le encantó, claro. Completó la hora y me hizo cosas que a día de hoy no me gustan a la hora de acostarme con alguien fuera del trabajo. Cuando salí de allí estaba en shock, me costaba asimilar los 100 euros que acababa de ganar. No es dinero fácil, sino rápido"
|
etiquetas: dinero , prostitucion , facil , rapido