El dinero no puede comprar la felicidad, o eso dice el refrán. Pero puede que no sea cierto. Cabe decir que el dinero no es lo más importante en la vida, pero tampoco podemos decir que no es importante. Ed Diener, un psicólogo de la Universidad de Illinois, dijo que la conexión es compleja pero que la gente rica tiene un nivel sustancialmente superior de satisfacción frente a las personas pobres... Vía
www.genciencia.com