Al parecer, Diagné, de 21 años, avisó en diversas ocasiones que, a consecuencia de sus principios religiosos musulmanes, no deseaba formar parte de la celebración con bebidas alcohólicas habitual en este tipo de festejos. A pesar de sus constantes peticiones, el cava terminó por mojar al jugador, lo que desencadenó una terrible reacción con la que abandonó el vestuario entre portazos y dando puñetazos a todo lo que hallaba a su paso.
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