Se avecinan tiempos duros para los empleados de la entidad que frecuentan normalmente burdeles y clubes de streap-tease en sus viajes de negocios o reuniones con clientes. No podrán cargar más este tipo de visitas como gastos de representación. Además, sólo podrán viajar en segunda clase cuando cojan un tren en Estados Unidos, y usar las duchas del aeropuerto cuando lleguen a un lugar por la mañana y no reservar una habitación sólo para tal efecto, tal y como hacían hasta ahora.
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