Asistían a su local con la intención de que les hiciera un tatuaje con una inscripción japonesa del estilo "Te amo", "Sos mi vida" o "El amor de mi vida". Pero él, tailandés, se hizo el vivo. En vez de ejecutar lo que le pedían sus clientes, tatuaba frases como "odio mi trabajo" u "odio a mi familia". Por esta razón, Toth Zuh Andu quedó preso por fomentar ese tipo de frases.
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