El primero de ellos, fue detenido por la tarde por robar una botella de whisky en un supermecado de la ciudad. Después de ser descubierto por uno de los dependientes, intentó huir y finalmente fue detenido por la Policía. El segundo aficionado madrileño fue detenido por haber lanzado un petardo durante el partido en el estadio Olímpico, después del gol que marcó su equipo.
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