El tipo obligó a su esposa y a sus cuatro niños de edades 14, 13, 12 y 9 años, a permanecer dentro de su remolque durante tres años. Los policías que fueron a rescatarlos se encontraron con una escena dantesca: en el interior de la caravana, que tenía las ventanas tapadas con papeles y plásticos, había bolsas de basura hasta el techo, cucarachas por todos lados y un olor nauseabundo. La familia tenía tanto miedo que no salían y ni los vecinos se dieron cuenta que había alguien dentro. Todo terminó cuando, por celos, la esposa lo denuncio...
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