Poco le ha durado la alegría a Miguel Ángel Fernández, un durangués de 35 años, tras ganar dos juicios y conseguir el propósito que le ha llevado dos años de lucha: que el BBVA lo integrara en su plantilla. El mismo día que se incorporó, el pasado 16 de julio, la entidad bancaria lo despidió.Un juez obligó al BBVA a incorporarlo a su plantilla.El banco alega que no tiene trabajo para él.
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