Llevaban semanas cosiendo y planchando ropa en un un sótano de 40 metros cuadrados sin ventilación a cambio de poco más de 200 euros mensuales. Cuando agentes de los Mossos d'Esquadra irrumpieron en el local, situado bajo una panadería de Badalona, había cuatro adolescentes de entre 12 y 18 años de edad de Bangladesh que eran explotados laboralmente y vigilados por un encargado de la misma nacionalidad.
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