En 1990 la industria textil de EE. UU. producía el 60 % de las prendas de cortar y coser del mundo, ahora, esa cifra es del 3 %. La pandemia ha puesto en evidencia cómo décadas de distintas y agresivas prácticas corporativas han hecho que Occidente sea incapaz de producir los bienes que consume. Los gobiernos de todo el mundo comenzaron a abordar la inminente escasez de mascarillas y protectores faciales como una cuestión de seguridad nacional. Alemania prohibió las exportaciones de EPP el 4 de marzo. Malasia, la India y decenas de otros paises
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