Nuevo caso de incompetencia judicial que permite que un criminal siga en la calle. Una testigo había identificado sin ningún género de dudas al sospechoso como causante de la muerte de un policía de un tiro por la espalda. Cuando la Policía Judicial fue a buscarla para que declarara, no la encontraron en el colegio donde trabajaba (estaba cerrado por vacaciones de verano). Y no siguieron buscándola. El sospechoso ha sido, lógicamente, absuelto por falta de la principal prueba que había en su contra.
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