Una vez frente al stand del supermercado comienzan las dificultades. Si se fija bien, en la denominación del producto encontrará los siguientes nombres: aceite de oliva virgen extra, aceite de oliva virgen, aceite de orujo de oliva y, finalmente, “aceite de oliva continente exclusivamente aceites de oliva refinados y aceites de oliva vírgenes”. Aunque parezca increíble, esta última es la denominación oficial del aceite que comúnmente llamamos “aceite de oliva”, según recoge el Reglamento (UE) n.º 1308/2013.
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