Este arácnido de ocho patas se arrastraba por el mundo hace 305 millones de años, durante el Carbonífero, cuando proliferaron las arañas, escorpiones y ciempiés. Pero este bicho no es una araña propiamente dicha porque no tiene el abdomen abultado sino segmentado como el de un escorpión. Podía producir seda pero no podía elaborar telarañas. Este fósil fue preservado en 3D, lo que permitió a los investigadores estudiar sus detalles anatómicos. Vídeo:
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