Esto se logra con pequeños dispositivos de un material similar al caucho que los hace flexibles y compatibles con el cuerpo humano, llamado PDMS. Diversos estudios han comprobado que, por ejemplo, el acto de respirar -que implica mover las costillas para extraer el aire de los pulmones y expulsarlo- puede generar cerca un vatio de poder; cada golpe del talón que una persona da al caminar produce hasta 70 vatios. Sin embargo, el problema principal hasta el momento ha sido encontrar la forma de almacenar esta energía y aprovecharla en otras apl
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