En la edad media la mayoría de las personas temían a una muerte rápida e indolora porque pensaban que esto no les daría tiempo de confesarse, con la temida amenaza de terminar en el infierno. Hoy en día, la mayor parte de las personas, preferimos terminar nuestros días sin una larga agonía, y mientras menos dolor haya, mucho mejor. No obstante, la Iglesia Católica se niega a la eutanasia. Ahora es Canadá quien estudia la posibilidad de legalizar la eutanasia, y los ensotanados de siempre ya han empezado a movilizarse.
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