Luís Encinas es un hombre de 42 años que llevaba 22 trabajando en la entidad financiera que, tras la compra del grupo Banesco, pasó a denominarse Abanca. El jueves 11 de septiembre, la Dirección de la empresa le convocó para una reunión. En ella le comunicaron que estaba despedido justificándolo bajo el ERE que mantiene abierta la empresa indicándole que los trabajos que desempeñaba no eran los oportunos.Según fuentes sindicales, el despido se debe a una represión sindical porque Luís Encinas había tramitado el preaviso para presentarse por CIG
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