"Yo no quería marcharme. Pensaba que lo mejor era quedarse y defender lo que creía correcto. Pero llega un momento en el que te sientes muy vulnerable. Cuando un compañero te cuenta que un francotirador le dio al coche de un amigo, que salía de casa con su mujer y su hijo, y mató al niño, piensas: ¿cómo perdonarme el resto de mi vida si eso le pasa a mi hijo? Al día siguiente nos fuimos de Homs". Escuchar a Husam Sibai contar su historia estremece. Este sirio, de 40 años, salió de su ciudad natal en febrero de 2012 con su mujer y sus dos hijos.
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