En efecto, la política debe dejar a los muertos en paz, lo ha dicho Núñez Feijóo con palabras sabias. Y no toda, pero sí algo más de paz tienen desde este jueves algunos muertos. Algo más de paz tienen Juan Rodríguez Tirado y sus hijos Pascual, Enrique y José, bisabuelo y tíos abuelos de Paqui Maqueda, la mujer que a la salida de los restos de Queipo de la Basílica pronunció sus nombres y gritó “¡Honor y gloria a las víctimas del franquismo!”, para que no fuesen aplausos lo último que se escuchase allí.
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