A mí no me gusta descargar contenidos protegidos por copyright. De verdad. En una lata pinchar en mil webs para encontrar una película, acertar con la versión, buscar los subtítulos y encajarlos. En ocasiones se pierde más tiempo en esa búsqueda que disfrutando de la descarga. Cuando hay opción, prefiero pagar. Pero no siempre hay opción. (vía
twitter.com/#!/gallir/status/160126504754360320)