Stefano Bozzini, que así es como se llama el protagonista de esta historia, llevaba diez días sin poder ver a su mujer ingresada realizarle pruebas por un posible cáncer y la tristeza comenzó a hacerle mella debido a que, a pesar de no ser un hospital de enfermos de Covid, la visitas están prohibidas por prevención. Cada vez más angustiado por no poder estar a su lado de la mujer con la que lleva compartiendo 47 años de su vida, el anciano decidió coger su acordeón y plantarse bajo la ventana del centro.
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