En nuestros días, la escritora británica Lady Hope hubiera necesitado un representante y se habría hecho de oro saltando de televisión en televisión para dar a conocer la noticia bomba: “En el lecho de muerte, un Darwin arrepentido leía la Biblia y cantaba salmos religiosos; y ella podía contarlo de primera mano, porque estuvo allí”
|
etiquetas: darwin , religion , biblia