Las ciudades valencianas afectadas, desarrolladas sobre áreas inundables, no cuentan con ninguna construcción adaptada a la inundación. Hay numerosas residencias de ancianos, centros educativos (no nos olvidemos tampoco del barranco de la Muerte en Zaragoza) y servicios públicos básicos en zonas de elevada inundabilidad. La solución no es poner más muros, el agua los esquivará o los reventará, la solución es trasladarlos a emplazamientos seguros.
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