Ante los vertiginosos flujos de información y estímulos sensoriales, practicar el no-hacer puede resultar una exigencia no solo evolutiva sino de supervivencia. Pornografía tridimensional, 8,230 millones de páginas web irradiando data, tecnologías móviles que amenazan los últimos gramos disponibles de intimidad, hiperconectividad, vértigo informativo, una aparente aceleración del eje que sostiene al tiempo, probables apocalipsis, más de siete mil millones de personas construyendo (conciente o inconscientemente) realidades, espiritualidad (+)
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