Los vecinos del pueblo asturiano de Limanes están indignados después de que el cura de la localidad convirtiera en basura algunas de las lápidas del cementerio, con el pretexto de adecentar el camposanto. El cabreo es mayúsculo entre los propietarios de las lápidas que no encuentran los restos de sus seres queridos y aseguran incluso que han sido tirados a los contenedores de basura. El párroco asegura que cuenta con el permiso del Arzobispado de Oviedo, pero los vecinos no perdonan su actuación y están recogiendo firmas para que les cambien de
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