Ángel González García, don Ángel, como era conocido por todos, fue durante más de cuarenta años el cura de la parroquia de Artoño, en el municipio pondevedrés de Agolada. Muy querido y apreciado por todos, el sacerdote falleció el pasado 27 de octubre. Ahora volvió de nuevo a su memoria por un motivo bien distinto. Don Ángel no tenía el libro parroquial al día y faltaban anotaciones. Ni más ni menos que de los últimos dieciséis años, desde 1994.
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