Con el desarrollo del trabajo privado en Cuba proliferaron pequeños comercios de venta de ropa, y hasta "boutiques" que casi pueden considerarse de lujo en un país agobiado por la escasez. La mayor parte de las prendas llegan en equipajes de particulares. A finales de septiembre el Gobierno de Castro decretó que la venta de esos productos adquiridos fuera del país constituirá una infracción, medida que también afecta a artículos del hogar o ferretería importados o comprados en tiendas minoristas estatales.
|
etiquetas: cuba , cuentapropismo , ropa importada