Entre otros objetivos, la iniciativa trataba de poner en un aprieto a la junta directiva de la entidad con preguntas como la siguente: "¿Tienen preparado un plan B por si nadie acepta el canje a obligaciones o bonos?". La respuesta negativa evidencia la crítica situación en la que se encuentra el banco: necesita urgentemente 572 millones de euros, y tienen que sacarlos de los 900 millones de euros que hay emitidos en preferentes. Tienen hasta el próximo 31 de diciembre. Hasta entonces, están obligados a mejorar las condiciones para el canje.
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