Esta es la épica historia de un apóstata que se las tuvo que ver y desear para finalmente conseguir que la iglesia católica aceptase a llevar a trámite su apostasía. Es vergonzoso ver como en este país el mero hecho de no querer pertenecer a la iglesia católica se convierte en una ardua tarea. Así sobrevive la iglesia, a base de trabas, desconciertos y tramites administrativos interminables. Simplificación y transparencia para los que quieran apostatar ya!!
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