Fueron dos horas de máxima tensión, de riesgo extremo. Rodeado por seis chavales, Asier R.F., un educador del centro foral de acogida de menores extranjeros en Rentería, temió lo peor. Pensó que las dos horas que estuvo retenido iban a ser las últimas de su vida. «Cuando vi los cuchillos en manos de los chicos dije: 'aquí me matan, de esta no salgo», manifestó ayer en el juicio que se desarrolló en la Audiencia de Gipuzkoa.
|
etiquetas: menores , cuchillos