Tengo una cierta fascinación por los paisajes escandinavos, no particularmente por sus hermosas e imponentes montañas, dignas de inspirar todo tipo de leyendas y mitos involucrando elfos, gnomos e incluso, muy para el dolor del forista moderno, trolls. Sino por sus lagos que, así como gigantescos espejos, gracias al clima frío y su apacibilidad, reflejan el cielo y las montañas a la perfección, confundiéndolos y borrando esa frontera que suele dividirlos.
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