Por alguna razón que se nos escapa los bancos no terminan de caer bien a la gente. Mira que se desviven en su publicidad por resultar cercanos, se diría que su actividad no es otra que repartir abrazos y sonrisas, pretenden ser tus amigos y como bajes la guardia incluso algo más… pero no hay manera, el sentimiento no es correspondido. Si hay algo a lo largo del tiempo que invariablemente haga disfrutar al público es ver cómo el amor triunfa ante la adversidad, las familias se reconcilian y las cámaras acorazadas son desvalijadas.
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