Este verano ha sido el del regreso del turismo de masas a Catalunya y a Barcelona. Los datos constatan que el bajón de visitantes provocado por las restricciones pandémicas ya ha quedado atrás. Según el INE, durante julio Catalunya recibió 2,47 millones de turistas, un dato superior al mismo mes de 2019. La recuperación de los visitantes ha llegado a todos los sectores, también al de los cruceros, uno de los más cuestionados en Barcelona por su impacto ambiental y los perjuicios que genera sobre todo a los vecinos de Ciutat Vella.
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