En Galicia, la denominada gran reserva forestal, el aumento de la concentración de dióxido de azufre y monóxido de carbono en el ambiente comienza a ser inversamente proporcional a los maltrechos indicadores socioeconómicos. Se impone la leña. Según datos de la Consejería de Medio Rural y Mar de la Xunta, en 2012 el número de comunicaciones de talas aumentó en un 19% con respecto a 2011. Todo apunta a que subirá en 2013 en la misma proporción en la que se hunde la economía de muchas familias.
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