El ocio está en el vagón de cola de las prioridades de gasto para las familias, con lo que la crisis ha hecho mucho daño a los establecimientos dedicados a la restauración en toda España. En el conjunto del Estado había 344.246 bares y restaurantes a cierre de 2007, pero a día de hoy quedan abiertos 270.489. Se trata de una reducción de casi el 19% desde el inicio de la crisis económica que, en el caso gallego, es aún más acentuada.
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