Las cifras son tan malas que el presidente de los constructores de Pontevedra, Ángel Fernández Presas, se encomendó ayer a Dios para que no vuelvan a repetirse. La crisis del ladrillo, que arrasa en Levante, ha provocado una caída del negocio inmobiliario del 28% en Galicia. El desinterés por comprar viviendas a los precios actuales es total. Se espera una depreciación mucho mayor de los pisos en los próximos años.
|
etiquetas: españa