La compañía británica IP Group puede revolucionar el mundo de las golosinas con un producto que va a estar en boca de todos: un chicle que no es pegajoso.La empresa, que ha invertido casi 13 millones de euros en el desarrollo de esta 'goma limpia', asegura que no se pega ni en la ropa, ni en las aceras. "Este chicle cambiará la concepción que tenemos de las golosinas. No veremos más asientos públicos pegajosos, ni los techos del metro con chicles colgando. Todo ello sin perder su sabor y su capacidad de hinchamiento"
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