El banquero Fred Goodwin, considerado el responsable de llevar a la ruina al Royal Bank Of Scotland (RBS), se ha convertido en el hombremás odiado de Reino Unido. No por el hecho de dejar a la entidad prácticamente en la bancarrota, sino por la osadía de negarse a devolver un solo penique de la pensión vitalicia anual de 703.000 libras (759.240 euros) que en octubre acordó con los máximos responsables de la City.
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