Mientras la humanidad entera sufre una crisis por entender qué es la privacidad y cómo protegerla, Niklas Roy mejor se decidió a fabricar una cortina robotizada que vigila y sigue a los transeúntes para proteger la vista de su estudio de los curiosos. Al parecer el sistema de privacidad de Roy atrae más atención que privacidad, pero afortunadamente para este artista berlinés, el absurdo no es ningún problema.
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