En el verano de 1940, un crucero auxiliar de la Marina de guerra alemana atravesó el océano Ártico desde las islas de Nueva Zembla, el archipiélago más septentrional de Europa, hasta el estrecho de Bering, frente a las costas de Alaska. El ‘Komet’ era un buque corsario que había zarpado el 3 de julio de Gotenhafen (hoy puerto polaco de Gydnia) y se había disfrazado de mercante ruso para no llamar la atención de los británicos. Equipado con seis cañones, diez lanzatorpedos y cuatrocientas minas submarinas, desplazaba 3.300 toneladas...
|
etiquetas: corsarios , alemania , espionaje