Un doble escáner, uno realizado antes de la pandemia y el otro en los peores meses de la crisis, muestra que los infectados por el coronavirus tienen cambios en el cerebro no vistos en los que han escapado al virus. El estudio muestra que el descenso de materia gris es generalizado, y que las áreas más afectadas son las relacionadas con el olfato. Los autores del trabajo no saben si estos daños son provocados por el virus en sí o son consecuencia de la enfermedad. Tampoco saben si temporales o serán para siempre.
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