La Casa Real, siempre eficiente con sus barreras dócilmente acatadas, ha prohibido a los periodistas acudir a algunos actos del rey y el príncipe. Sólo gráficos, dicen, negando su condición de periodistas. Imagen, no palabras ni hechos. Mala decisión. El rey y su casa merecen un sello negativo como el que las asociaciones de periodistas quieren crear para los políticos y las instituciones que recortan el derecho a la información de los ciudadanos.
#sinpreguntasnocobertura también para la monarquía. Via:
periodistas21.blogspot.com/