Este es el estremecedor momento en el que una cría de lobo marino de El Cabo (Arctocephalus pusillus pusillus) es apaleada a muerte mientras trata de huir hacia el agua. Cada año, entre julio y noviembre, mueren masacradas de esta forma hasta 60.000 crías. Las desesperadas crías, muchas lactantes, intentan escapar entrando en el agua, pero no lo suficientemente rápido como para sortear a los cazadores. La matanza tiene lugar en las llamadas “reservas de lobos marinos”, colonias situadas en la playa donde nacen las crías y están bajo el
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