Dentro de los propósitos de año nuevo no estaría de más incluir una mejor gestión de nuestras contraseñas, renovándolas periódicamente y evitando repetir la misma en todos los servicios que usamos. Nuestros datos personales son un activo muy valioso, tanto para nosotros como para terceros que no tienen muy buenas intenciones. Una de las primeras preguntas que debemos hacernos cuando vamos a darnos de alta en un servicio es si la información que nos solicitan es aceptable comparada con el servicio que se nos ofrece.
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