El portavoz de la NASA declara en un comunicado publicado hoy viernes estar "en éxtasis", tras confirmar que el análisis de los datos del impacto del 9 de octubre confirman de forma indudable la presencia de agua, probablemente en mayor cantidad de la esperada (determinar la cantidad exacta llevará más tiempo), en los materiales levantados por el impacto. No hay otra posible explicación a la del agua en los datos obtenidos, y también está descartada la contaminación proveniente de la propia nave.
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