Carmen se puso al lado del conductor y le dijo que quería bajar en la parada del Paseo Marítimo, junto a su casa, y el chófer le respondió: "No la entiendo, soy argentino." Entonces la jubilada le dijo: "Pues yo soy catalana, deténgase por favor". Entonces el sudamericano se ofendió porque Carmen se negaba reiteradamente a rebajarse y hablar en castellano. Después de unos intercambios de palabras, el conductor optó por saltarse la parada indicada por la catalana y no se detuvo hasta después de dos más allá, dejando, de esta manera, una j
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