Cuando un conductor cambia de carril sin poner el intermitente, pega un volantazo, se salta un ceda al paso o cualquier otra peligrosa opción, no es porque sea malo al volante ni imprudente. En realidad, no puede evitarlo. Lo lleva en los genes. Al menos, eso es lo que dicen investigadores de la Universidad de California Irvine, que han descubierto que las personas con una variante genética que limita la disponibilidad de una proteína llamada factor neurotrófico derivado del cerebro , hacen los tests de conducción hasta un 20% peor....
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