Aprovechando la euforia pro cannabis que se ha desatado gracias a una serie de lugares en los que recientemente se ha legalizado su consumo, el mercado ha comenzado a generar productos relacionados con esta planta. La cada vez mayor aceptación social y una horda de fumadores de porros que están acostumbrados a satisfacer necesidades artificiales con productos extravagantes (recordemos la enorme parafernalia que hay alrededor de esta práctica) se traducen en un apetecible mercado para los generadores de productos relacionados.
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