La sentencia de la Audiencia Provincial de Murcia ratifica como hecho probado que el 30 de agosto de ese mismo año la mujer, nacida en Barcelona, "fue a la búsqueda de su expareja, y ante las sospechas de que podía estar en casa de unas conocidas suyas, se dirigió a la misma, sito en Molina de Segura, hallándolo en su interior en compañía de otra mujer". La denunciada se abalanzó sobre él, "propinándole varios golpes y arañazos y causándole lesiones consistentes en erosiones en el cuello, cara y brazos". También agredió a su acompañante.
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