Andrew abandonó a Jennifer (por otra). Se reconciliaron. Jennifer mantuvo relaciones con otro. Andrew se enfadó. Y Jennifer lo acusó de violación. Ahora un tribunal inglés la ha condenado a dos años de cárcel por hacer falsas imputaciones. En su sentencia, el juez la acusa de que "ha malgastado 4.000 euros de los contribuyentes y 270 horas de los policías". Pero, sobre todo, "ha puesto en riesgo los esfuerzos que se han hecho para tratar a las verdaderas víctimas de violación con respeto, con justicia y con empatía".
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